En ocasiones no podemos saber con exactitud si nuestro pollo ya terminó de cocinarse por dentro, tan solo con verlo. A veces nos fijamos también en el color sin saber a ciencia cierta si está listo. Así que para verificar con exactitud, podemos usar un termómetro digital y comprobarlo. Solo debés colocarlo en la parte más gruesa de la carne, lejos del hueso.